Estas pequeñas semillas negras se han convertido en un ingrediente básico para muchos consumidores preocupados por la salud, ya que son una excelente fuente de grasas saludables, fibra, proteínas y otros nutrientes. Una de las cosas por las que las semillas de chía son más conocidas es por su contenido de fibra, algo que puede resultar difícil de encontrar en una dieta estadounidense típica rica en alimentos procesados y cereales refinados. Según un artículo del American Journal of Lifestyle Medicine, obtener suficiente fibra en la dieta puede mejorar la salud digestiva, reducir la hipertensión e incluso reducir el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. El FoodData Central del USDA indica que una porción de 1 onza de semillas de chía tiene 9,75 gramos de fibra dietética, y la ingesta diaria recomendada oscila entre 21 y 38 gramos.