Sandra se sorprendió cuando su esposo, Matt, le dijo que su sueldo debía ser manejado por su madre, Linda, según un sistema familiar. Sandra, que siempre había sido independiente, se opuso rotundamente. Fingió estar de acuerdo, transfirió su sueldo y envió un mensaje a Linda. Luego, descubrió que Linda no seguía sus propias reglas, gastando imprudentemente en lujos. Con pruebas en mano, Sandra confrontó a Linda, quien reaccionó con ira. Matt, al darse cuenta de los errores de su madre, se disculpó, y Sandra le dejó claro que su dinero estaría bajo su control. Aunque la relación con Linda sigue tensa, el matrimonio está mejorando, y Matt está aprendiendo a respetar más a su esposa.