Tomm Tennent, nacido en 1993, desconcertó a los médicos con una enfermedad poco común que le provocaba exceso de piel. A pesar de las incertidumbres iniciales, sus padres decidieron continuar con el embarazo. Al nacer, Tomm tenía 100 veces la cantidad normal de ácido hialurónico, similar a la de un cachorro de Shar Pei, y esperaban que su piel se normalizara a medida que creciera. Aunque se enfrentaba a las burlas en la escuela, Tomm mantuvo una actitud positiva y valoró sus cualidades internas por encima de la apariencia. En 2003, aceptó su singularidad y se consideró amable y cariñoso. Ahora, con 28 años y felizmente casado en Australia, la historia de Tomm es un testimonio de resiliencia y autoaceptación.