Si a menudo sientes la necesidad de defecar justo después de comer, puede deberse al reflejo gastrocólico, una respuesta corporal natural. Cuando comes, tu estómago se estira, lo que le indica al cerebro que le indique al colon que se contraiga y haga espacio para más comida. Esto provoca la expulsión de heces y agua de los alimentos previamente digeridos, no de la comida que acabas de ingerir. Para algunas personas, especialmente aquellas con síndrome del intestino irritable (SII), este reflejo puede ser más intenso, lo que provoca malestar, diarrea o hinchazón después de las comidas. El manejo de los síntomas relacionados con el SII puede implicar evitar los alimentos desencadenantes y consultar a un médico.