La historia de vida de Patrick Hardison, de Mississippi, es nada menos que alucinante. Este hombre es el primer estadounidense que recibió un trasplante de cara en 2015, después de que su cara y cuello quedaran completamente desfigurados durante un incendio en su casa.

La vida de Patrick fue maravillosa hasta el día en que ocurrió la tragedia en 2001. Trabajó como bombero voluntario en una etapa anterior de su vida, así que cuando lo llamaron para ayudar con un incendio en su casa, no dudó. Lamentablemente, una vez que entró en el lugar en llamas, este se derrumbó sobre él y lo atrapó. No podía moverse y su torso y su cara sufrieron quemaduras graves. “[Mi máscara] se estaba derritiendo sobre mi cara”, recordó Patrick. “Mi manguera [ya] estaba derretida”. “Para alguien que hace lo que hacemos para ganarnos la vida, nunca he visto a nadie con quemaduras tan graves que aún estuviera vivo”, dijo su amigo y socorrista Jimmy Neal a CBS News sobre haber visto a Patrick después del accidente.