Fui al hospital a buscar a mi esposa y mis gemelos recién nacidos, pero encontré solo a los bebés y una nota. Mientras conducía hacia el hospital, mi corazón estaba lleno de expectativas, pero al llegar, Suzie había desaparecido. Solo quedaba una nota que decía: “Adiós. Cuídalas. Pregúntale a tu madre POR QUÉ me hizo esto”. La confusión se convirtió en pánico. ¿Qué había hecho mi madre? Exigí respuestas, pero me dijeron que Suzie se había dado de alta esa mañana. En casa, mi madre me recibió alegre, pero mi sospecha creció al mostrarle la nota. “¿Qué hiciste?”, pregunté. Ella negó cualquier implicación, pero no podía quitarme la sensación de que algo no estaba bien.