Arnold estaba solo en su 93º cumpleaños, rodeado de recuerdos de sus hijos. La casa, que una vez estuvo llena de risas, ahora estaba en silencio. Pasó las páginas de un viejo álbum de fotos, recordando tiempos más felices. Hoy habría sido el 42º cumpleaños de Tommy. Los dedos de Arnold trazaron las marcas en la pared donde una vez midió el crecimiento de sus hijos. Sonrió entre lágrimas, recordando su alegría, y la casa parecía guardar sus recuerdos en cada rincón.