Annie lleva diez años trabajando en una empresa, donde se ha dedicado al marketing, pero cuando su hijo enferma, decide tomarse una semana libre. Al regresar, su jefe la recibe con un agente de policía, quien la arresta, acusándola de mentir sobre tener un hijo. Resulta que el jefe había planeado todo para aprovecharse de un contrato que permitiría rescindir su contrato si se encontraba en problemas legales, y así evitar pagarle su salario pendiente. Tras ser detenida, Annie contacta a su amiga Mia, que es abogada, quien descubre la conspiración y la ayuda a salir. Finalmente, la empresa le da una compensación de 40.000 dólares, y Annie encuentra un trabajo estable con Mia, manteniendo a su hijo sin preocuparse por su jefe anterior.