Chris, un joven trabajador, observaba a Ollie, un Shiba Inu que siempre se paraba frente a una tienda de bicicletas cerrada. El perro parecía esperar a su dueño, quien había desaparecido. Cada día, Chris le daba comida, pero Ollie siempre la tomaba y se iba, lo que preocupaba a Chris. Un día, decidió seguirlo y descubrió que Ollie regresaba a la tienda cerrada. Preocupado por el estado del perro, Chris decidió ayudarlo. Aunque compartía departamento con su novia Mila, quien no quería animales, decidió llevarse a Ollie a su casa, con la esperanza de darle un hogar.