ME CASÉ CON UNA MUJER SIN HOGAR POR DESPRECIO A MIS PADRES

**Un matrimonio de conveniencia convertido en amor verdadero** A los 34 años, mi soltería era un tema constante con mis padres, quienes retenían mi herencia a menos que me casara antes de los 35. Frustrado, impulsivamente le propuse un matrimonio de conveniencia a Jessica, una mujer sin hogar. A cambio de alojamiento y cosas esenciales, ella aceptó desempeñar el papel de mi esposa. Después de nuestra rápida boda, volví a casa una noche y encontré una casa inmaculada, una comida casera y la cálida sonrisa de Jessica. Mientras compartía sus luchas y sueños, la vi no como un medio para un fin, sino como alguien verdaderamente extraordinaria. Luego, me entregó un pequeño paquete envuelto en tela: su diario. Sus páginas revelaban sus pensamientos y aspiraciones más profundos. “No necesitaba ningún rescate, solo cuidados”, dijo. Sus palabras me impactaron. Lo que comenzó como un engaño se había convertido en algo real. Al día siguiente, confronté a mis padres con la verdad. Jessica ya no era solo una compañera de conveniencia: era el amor que cambió mi vida.