Mi exmarido arrancó el papel pintado después de nuestro divorcio alegando que “lo pagó él” – El karma rió el último

Cuando mi exesposo arrancó el papel tapiz tras el divorcio, el karma tenía otros planes “Es solo una diversión inofensiva”, dijo mi exesposo sobre su infidelidad. Pero cuando arrancó el papel tapiz de nuestra casa tras el divorcio, el karma decidió divertirse también… a su manera. Dan y yo estuvimos casados ocho años. Teníamos una casa acogedora, dos hijos maravillosos y, según yo, un matrimonio sólido. Hasta que una noche, buscando medicina para nuestra hija enferma, encontré su teléfono. Un mensaje con un corazón y un “Te amo” de alguien llamada Jessica lo reveló todo. Cuando lo enfrenté, solo dijo: “No es gran cosa, es solo diversión”. Su indiferencia dolía más que la traición. La primera vez quise perdonarlo. La segunda, una mancha de lápiz labial en su camisa me abrió los ojos. Lo eché de casa y pedí el divorcio. El proceso fue un infierno. Dan exigía la mitad de todo, hasta del tostador. Pero la casa era mía, herencia de mi abuela. No podía quitármela. Una semana después del divorcio, le di tiempo para recoger sus cosas. Al volver con los niños, encontré el papel tapiz arrancado de las paredes. “Lo pagué yo, me lo llevo”, dijo. Mi hijo lloraba. Yo solo dije: “No importa, pondremos uno mejor”. Y así fue. Con mis hijos, decoramos todo de nuevo. Dinosaurios para Jack, mariposas para Emma. Era un nuevo comienzo. Meses después, vi a Dan en la calle… con Cassie, una chica de mi club de lectura. “¡Nora!”, exclamó ella. “Te presento a mi prometido, Dan.” “¿Dan?”, repetí con una sonrisa. Cassie se quedó helada. “¿Ustedes se conocen?” “Él es mi exesposo”, respondí. Cassie palideció. “¿El de la historia del papel tapiz? ¿¡Ese eras tú!?” Dan intentó restarle importancia, pero Cassie ya había decidido. Le lanzó el anillo y se fue indignada. Esa noche, mientras arropaba a mis hijos, Jack dijo: “Mamá, los dinosaurios son más geniales que las flores”. Sonreí. El karma hizo lo suyo. Pero lo mejor fue ver que, incluso después del caos, construimos algo más fuerte: un hogar lleno de amor.