Dejé que una mujer sin hogar se quedara en mi garaje, pero un día entré sin llamar y me quedé atónito al ver lo que estaba haciendo.

Era un hombre rico, pero emocionalmente distante, que ofreció refugio a Lexi, una mujer sin hogar. Ella era fuerte, pero estaba llena de dolor y lo atraía con su actitud salvaje. Después de un tiempo juntos, descubrió algunas pinturas de él en el garaje que lo perturbaban y lo hicieron dudar si Lexi lo veía como un monstruo. Tras una discusión, la envió a un refugio, pero luego sintió que había cometido un error. Un día, recibió otra pintura de Lexi, que lo mostraba de una manera más suave. Tras una llamada, ambos confirmaron su conexión y decidieron empezar de nuevo. Lexi había encontrado trabajo y pensaba mudarse a su propio apartamento, abriendo una oportunidad para un nuevo comienzo para ambos.