Después de 2.000 años, así es como REALMENTE lucía Jesús.

Durante siglos, las representaciones de Jesús han dominado el arte occidental, retratándolo como una figura imponente de rasgos hermosos. Sin embargo, los historiadores sostienen que Jesús probablemente se parecía a los habitantes de la antigua Palestina: más bajo, más robusto, con cabello oscuro y rizado. Bas Uterwijk, utilizando inteligencia artificial avanzada, creó una sorprendente representación de Jesús. Fusionó varias representaciones culturales y ajustó los rasgos para lograr una precisión histórica. Uterwijk explicó su proceso, afirmando: “Utilicé varias representaciones culturales… modificando la etnicidad para lograr un rostro de Oriente Medio más convincente”.