Durante el *Super Bowl LIX* en Nueva Orleans, las cámaras enfocaron al presidente Donald Trump mientras Jon Batiste cantaba el himno nacional. Sentado con su hija Ivanka, la presencia de Trump generó reacciones encontradas: algunos afirmaron que la multitud lo abucheó, mientras que otros no estaban seguros. Las redes sociales estallaron en un debate sobre el momento. Antes del partido, Trump elogió el espíritu unificador del fútbol americano, marcando su asistencia histórica como el primer presidente estadounidense en funciones en un Super Bowl.