Amelia, de 23 años, siempre había sido muy unida a su padre, pero su relación cambió cuando él le obligó a usar un jabón extraño, asegurando que le ayudaría a deshacerse de un “mal olor”. Después de varios intentos fallidos y daño en su piel, su novio Henry descubrió que el jabón era en realidad un producto industrial tóxico. Al investigar, Amelia descubrió que su padre la había castigado porque creía que no era su hija biológica, sino fruto de una infidelidad de su madre. Devastada, se enfrentó a sus padres, los denunció por abuso y, aunque su madre intentó contactarla, Amelia decidió cortar todo vínculo con ellos. Ahora, vive con Henry, quien le da el apoyo y la paz que siempre había necesitado.