Michaela DePrince: De la Adversidad al Triunfo Nacida en 1995 en Sierra Leona, Michaela DePrince sufrió la pérdida de sus padres y vivió una infancia dura en un orfanato. Su vitiligo la convirtió en blanco de burlas y fue etiquetada como la “niña del diablo”. Clasificada como la menos favorita entre los huérfanos, pasó hambre y desesperanza. Todo cambió cuando encontró una revista con la foto de una bailarina. Aquel instante despertó su sueño: quería ser feliz y danzar. En 1999, una pareja estadounidense la adoptó. Aunque el miedo al abandono persistía, sus nuevos padres la apoyaron y la inscribieron en clases de ballet. Michaela trabajó incansablemente, superando inseguridades y prejuicios raciales. Con el tiempo, **demostró que todos estaban equivocados. Bailó en escenarios de renombre y convirtió su historia en inspiración para otros. Hoy, anima a quienes enfrentan dificultades a no dejar de soñar.